LA FLOTA «EMPEROR»

MALDIVAS: UNA MIRADA AL PARAÍSO DEL BUCEO

Mientras sobrevolamos las islas Maldivas nuestra mirada se dirige hipnóticamente hacia ese regalo natural que descubrimos debajo de nosotros: prístinos arrecifes de coral, pequeñas islas de color esmeralda dispersas caprichosamente como perlas en un vasto océano de aguas cristalinas y albares playas de fina arena. Una de las teorías sobre el origen del nombre “Maldivas” afirma que proviene del sánscrito “Maladivipa” que, literalmente, significa “guirnalda de islas”. Y es ésa precisamente la sensación que nos produce al observar este panorama. Todo un espectáculo, este “reino de las mil islas”, preludio inescrutable de la riqueza submarina que atesoran sus aguas.  Poseedoras de algunos de los fondos más bellos del mundo, probablemente la forma más precisa y sencilla de definir a estas islas sea decir que se trata de…. UN PARAÍSO EN LA TIERRA.

JUDITH DE LA ROSA Y SUBMALDIVES

Una de las mejores formas de descubrir el paraíso submarino de Maldivas es de la mano de Judith de la Rosa y la flota Submaldives, una de las más grandes compañías de buceo “vida a bordo” de Maldivas. Está compuesta por dos excelentes barcos, es la que cuenta con mayor experiencia y, aspecto muy importante, la única con participación española.

Judith es una de las propietarias de Submaldives y, junto a Hassan Shareef, uno de los más reputados guías maldivos, fundó la compañía hace ya 18 años. Bucea desde 1994 y siempre ha amado el mar, pasión que heredó de su padre. En 2002 dejó su vida atrás en España y comenzó una nueva aventura en Maldivas. Desde entonces, día tras día, sigue disfrutando de su amor por el mar y lo comparte con todos los clientes. Bucea todos los días con ellos y hace todo lo posible por transmitir ese mismo sentimiento a todo el que se sumerge con ella.

Cada año, alrededor de 2.000 buceadores vienen a sumergirse a las aguas de Maldivas con la compañía Submaldives. Y uno de los objetivos de Judith es aumentar la conciencia de todos ellos sobre los riesgos que amenazan al mar y a las especies que viven en él. Cree que la mejor manera de desarrollar ese compromiso es a través del conocimiento, por lo que todas las semanas hace una presentación a los clientes sobre los arrecifes de coral y las mantas (su mayor pasión y una de las motivaciones más importantes de su vida). Está convencida de que el amor crece con este conocimiento y, por ello, trata de difundirlo entre los buceadores tanto como puede. En definitiva, siente que vivir en el océano haciendo todo lo que está en sus manos es una necesidad. También colabora desde hace siete años con Manta Trust. Incluso ha organizado viajes dedicados a crear conciencia sobre esta ONG cuyo ámbito de investigación se centra en proteger las mantas y los arrecifes de coral. Cada semana intenta obtener tantas fotos de identificación como puede (tomadas por ella misma o por cualquiera de sus clientes) de todas las mantas vistas en sus cruceros, ya que ésta es una información vital para rastrear mantas nuevas a través de los arrecifes en las Maldivas y para los estudios de las mismas, dándonos una idea de su población y su comportamiento.

Submaldives ofrece un amplio abanico de experiencias de buceo en Maldivas. Es la única compañía que allí opera durante todo el año y, además de poseer la mayor oferta de rutas por todo el archipiélago, ofrece cruceros a medida y semanas especiales (familias con niños, singles, especial nocturnas) con el único objetivo de brindar una experiencia en Maldivas realmente única y que nunca olvidaremos. La flamante flota de Submaldives está compuesta por dos embarcaciones. El “Sea Rose”, un barco con capacidad para 20 buceadores y recientemente incorporado a la compañía. Y el “Iruvai”, un barco construido con madera local en 2008 por artesanos maldivos que presenta diez amplios y confortables camarotes.

GEOGRAFÍA DE LAS MALDIVAS

Situada a unos 675 km al suroeste de Sri Lanka y a unos 450 km de la India, la República de Maldivas es un país insular del sur de Asia situado en el mar Arábigo, en medio del océano Índico. Las islas Maldivas tienen su origen geológico en una gran cordillera oceánica de origen volcánico de unos mil kilómetros de longitud. Hace millones de años, alrededor de las extintas islas volcánicas, fueron creciendo arrecifes de coral circulares mientras la isla interior se hundía. Una vez que la isla volcánica desapareció bajo el mar, el arrecife se transformó en un atolón con una laguna abierta en su interior llamada lagoon dentro de la cual se acumulan fragmentos de coral y conchas arrancadas por el oleaje en forma de arena blanca. Los atolones se convirtieron, finalmente, en la cúspide de una montaña submarina de miles de metros de altura. Para que se formen estos arrecifes son necesarias aguas bien oxigenadas con una temperatura nunca inferior a 20° C.

El archipiélago de las Maldivas está constituido por 26 atolones y cerca de 1.190 islas coralinas agrupadas en la doble cadena submarina del Chagos-Laccadive que surge abruptamente de las profundidades del Índico siguiendo una dirección norte-sur atravesando el Ecuador. Esta cadena montañosa que desciende hasta profundidades de 4.000 m en algunos puntos, a su vez, forma una cresta que recorre unos 2.350 km en el fondo del océano Índico y que crea un cambio brusco en su profundidad. Las aguas profundas son forzadas a ascender hacia la superficie, llevando con ellas los nutrientes que son la base de la cadena trófica en cuya cúspide están los tiburones, los animales estrella del buceo en estas islas. Las islas Maldivas ocupan 754 km de longitud y 118 km de anchura. El archipiélago posee en su conjunto una extensión de cerca de 90.000 km², con un 99% de territorio marino, por lo que se trata de uno de los países más dispersos geográficamente del mundo. Sin embargo, la mayoría de las islas son de pequeñas dimensiones (ninguna alcanza los 8 km de largo) y el conjunto de la superficie de las mismas apenas supera los 298 km², siendo el país asiático y musulmán más pequeño del mundo en términos de extensión y población (poco menos de medio millón de habitantes). También representa el país más bajo del mundo con una altura máxima de 2,5 m (isla Villingili en el atolón de Addu) y una elevación promedio del suelo sobre el nivel del mar de 1,5 m.

La cadena de 26 atolones se extiende desde el atolón de Ihavandhippolhu, el más al norte del archipiélago, hasta el de Addu, en el sur. En éstos se integran el citado conjunto de 1.190 islas de las que, aproximadamente, un 30% están habitadas, unas 250 por nativos y casi un centenar son islas dedicadas al turismo vacacional.

La economía de Maldivas ha dependido históricamente de la pesca, hasta hace unas cuatro décadas en que el turismo ha ganado en importancia hasta convertirse en el principal motor económico del país. El éxito del país con el turismo, junto a un modelo de gestión poco intervencionista con las costumbres locales y sostenible ecológicamente, se debe a la riqueza cromática de sus aguas y por la abundancia de su vida subacuática, lo que lo ha convertido uno de los mejores destinos del mundo para los buceadores.

MALDIVAS, EL PARAÍSO DEL BUCEO

Los fondos submarinos de Maldivas están entre los más bellos del planeta y, sin duda, constituyen uno de los mejores diez destinos del buceo mundial para sumergirse en sus aguas. Este acuario natural, lleno de vida marina, esconde una fascinante belleza en la que, lejos de los efectos de la contaminación, habitan más de 1.200 especies de peces distintas, 65 especies de coral e, incluso, distintos pecios. Debido a la riqueza de su biodiversidad marina, el excepcional colorido de los fondos y la enorme visibilidad de sus aguas, bucear en Maldivas resulta algo único e inolvidable.

Esta explosión de vida marina que encontramos en este auténtico santuario marino, consecuencia de la recepción constante de nutrientes por parte de las corrientes oceánicas, hace que los atolones alberguen, como en ningún otro lugar, una variada gama que va desde especies pequeñas y medias de arrecife hasta todo tipo de bancos de peces muy variados y grandes pelágicos:

Las mantas rayas se mantienen inmóviles en los canales, con la boca abierta, filtrando las aguas ricas en nutrientes. Los corales blandos y los abanicos de mar extienden sus diminutos pólipos en la corriente y, con frecuencia, están acompañados de peces mariposa, peces ángel, salmonetes, fusileros y demás especies de vivos colores. En los canales también vamos a ver pelágicos y, en especial tiburones grises, puntas blancas, carángidos y rayas águila.

THILA (BAJO)

Los bajos pueden ser de tres tipos. Las “thilas”, que son grandes montañas, pináculos submarinos o afloramientos de coral calcificados en el fondo de un canal, representan prósperas comunidades de arrecife, lo que propicia una vida submarina abundante. Las encontramos a partir de 6 m de profundidad y descienden hasta un máximo de 30 ó 40 m.  La “thila” que está dentro de un “kandu” es generalmente el punto de buceo con la corriente más fuerte, pero también el que tiene la más interesante vida marina.

GUIRI (BAJO)

Los “guiris” son el mismo tipo de formaciones que las “thilas”, pero la parte superior del arrecife se acerca más a la superficie, llegando hasta sólo 3 m y, en ocasiones, sobresale por encima del agua. La corriente suele ser escasa lo que, añadiendo su menor profundidad, hace que las inmersiones sean muy sencillas.

FARU (BAJO)

La tercera estructura, los “farus”, sobresalen del mar, por encima de la superficie del agua, independientemente de la marea, muchas veces en forma de herradura. Son idóneos para la práctica del snorkel aunque también se puede bucear en ellos con las corrientes adecuadas. La característica común a todas estas formaciones es que aparecen cubiertas completamente con corales blandos, existe una gran vida marina y suelen recibir la visita de tiburones, rayas, tortugas y otros pelágicos que llegan desde mar abierto atraídos por la intensa corriente de alimento.

RUTAS EN CRUCERO POR MALDIVAS

Maldivas nos ofrece un sinfín de posibilidades para conocer sus arrecifes a través de un crucero “vida a bordo”. Varían en función de qué zona queramos conocer y en qué época del año. Las rutas más conocidas y accesibles son éstas:

“RUTA CLÁSICA”, “4 ATOLONES”  O “THE BEST OF MALDIVES”

La ruta “4 atolones” es la ruta ideal para aquellos buceadores que visitan por primera vez Maldivas y apta para todos los niveles. Además, realiza un itinerario muy completo ya que reúne toda la biodiversidad que podemos encontrar en este archipiélago, desde los grandes pelágicos (tiburón gris de arrecife, de puntas blancas y negras, rayas águila, mantas, tiburón ballena y tiburón nodriza) hasta las más variadas especies que se concentran en los arrecifes (tortugas, napoleones, atunes, carángidos).

El buceo se realiza alrededor de los atolones de Malé Norte, Malé Sur, Vaavu (Felidhoo) y Ari (norte y sur), incluyendo algunos cruceros el pequeño atolón de Rasdhoo. En esta zona central los buceos son variados e incluyen diversos tipos de inmersión. Es la zona que hizo famosas a las Maldivas como destino de buceo por la abundancia de vida y por la salud de sus corales, especialmente los corales blandos en las thilas. También es una ruta perfecta para realizar en cualquier momento del año, porque independientemente del monzón, es casi segura la visión del tiburón ballena y las mantas. Uno de los atractivos son algunas de las inmersiones nocturnas más espectaculares del mundo, incluyendo buceo con mantas, con tiburones nodriza y puntas negras y también con puntas blancas cazando.

“RUTA 5 ATOLONES” O “SHARKTASTIC”

Ésta es una ruta idónea para los buceadores que buscan la emoción del encuentro con los grandes pelágicos. Por ello, además de bucear en los atolones de la “Ruta clásica”, se añade el atolón de Meemu (Mulaku), donde se potencia el buceo en canales o “kandus”. La corriente que se forma en ellos atrae a los grandes pelágicos, especialmente en los atolones de Vaavu y Meemu.

Se trata de un itinerario para buceadores avanzados y el período ideal es el que va de los meses de Enero a Abril. Es en esta época cuando el agua limpia fluye desde el lado oriental de las islas, lo cual significa que las corrientes que vienen del Indo-Pacífico traen consigo, aparte de una fantástica visibilidad que puede llegar a 40 m, una gran variedad de sorpresas pelágicas que llegan a los arrecifes para su alimentación.

“RUTA SUR” O “DEEP SOUTH”

La ruta “Sur” es un itinerario apto para buceadores experimentados que buscan un buceo “alejado de todo y diferente” enfocado en las inmersiones a la deriva en canales o “kandus” con los grandes pelágicos. Febrero y Marzo son los meses para navegar hacia los atolones meridionales y buscar la acción pelágica con los residentes más grandes del Índico. La mayoría de cruceros centran la ruta en torno a los atolones de Huvadhoo (Gaafu) y Foammulah (Gnaviyani). En Huvadhoo, una de las lagunas más profundas de Maldivas, se bucea sobre todo en los canales que hay en islas como Vilingili, Maamendhoo, Nilandhoo, Gemanafushi o Gadhdhoo.

Algunos barcos amplían la zona de influencia de esta ruta hacia los atolones más al norte de Laamu y Thaa. Bucear en medio del Índico puede deparar inesperados momentos, aunque por lo general vamos a avistar bancos de martillos, tiburones grises, zorros, tigres, puntas blancas, puntas plateadas, mantas oceánicas, rayas águila, delfines, peces luna, grandes tiburones ballena e, incluso, el ansiado martillo gigante. Es la ruta de las emociones fuertes: Maldivas salvaje en estado puro.

“RUTA ATOLÓN BAA” O “MANTA MADNESS”

La ruta “Atolón Baa” se realiza durante los meses de Agosto a Octubre y se centra sobre todo en la bahía de Hanifaru, el principal atractivo del atolón de Baa. Es durante este período cuando las mareas son mayores y, en determinadas condiciones de viento y corrientes durante el monzón del suroeste, se traduce en una gran aportación de plancton en la mundialmente famosa bahía de Hanifaru, cuya forma de embudo se convierte en un gran acumulador de esta materia. Este fenómeno natural no pasa desapercibido para los grandes filtradores y decenas de mantas y algunos tiburones ballena se internan en la bahía y se entremezclan en una danza de alimentación majestuosa; un acto sublime de la naturaleza que ha llegado a concentrar más de un centenar de mantas y muchos tiburones ballena al mismo tiempo algunos años. Además, existen otros puntos del recorrido en donde las mantas acuden a las estaciones de limpieza (atolón de Malé norte, Lhaviyani y en el mismo atolón de Baa), por lo que, con un poco de suerte, se pueden ver mantas durante todo el crucero.

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